llevamos un tesoro
“llevamos un tesoro en vasijas de barro, demostrando así que la extraordinaria fuerza que nos sostiene proviene de Dios y no de nosotros mismos.”
Por Ismael D.
Durante las últimas semanas de julio, he tenido la dicha de vivir la primera lectura, lo cual considero una verdadera bendición. Esta experiencia me ha llevado a recordar una conversación que tuve con mi mejor amigo a principios de año, donde compartimos nuestras expectativas para el 2024 y la esperanza de vivir en alegría y en la gloria de Dios. Como menciona Pablo en su carta a los corintios, llevamos un tesoro en vasijas de barro, demostrando así que la extraordinaria fuerza que nos sostiene proviene de Dios y no de nosotros mismos.
Quiero invitarte a reflexionar sobre qué es lo que guardas en tu corazón en ese tesoro. A menudo, mantenemos nuestros deseos ocultos en lugar de presentarlos a Dios en oración y ponerlos a su disposición. Dejar que Dios haga cosas grandes en esos deseos. Esta semana, Dios me ha recordado la importancia de confiar en Él en lugar de depender únicamente de nuestras propias fuerzas, algo que compartía con algunos jóvenes como parte del proceso en la confianza.
Pablo también nos recuerda que llevamos la muerte de Jesús en nuestro cuerpo para que su vida se manifieste en nosotros. En cada sufrimiento que experimentamos, Jesús está presente, acompañándonos y brindándonos fortaleza. Confiar en Dios en medio de las circunstancias difíciles nos permite experimentar su poder y amor de una manera más profunda.
La vulnerabilidad, representada por las vasijas de barro, nos acerca a Dios y nos permite sumergirnos en su amor. Ser vulnerables ante Jesús nos ayuda a reconocer que sólo a través de Él todas las cosas son posibles. Aceptemos la invitación de Dios a confiar en Él y a entregarle nuestro tesoro más preciado.
Que el 2024 siga siendo un año de bendiciones y de la manifestación del amor de Dios para ti, para mi amigo y para mí. Les pido humildemente sus oraciones y les envío mi amor y cariño como hermano en la fe.