20-40 Días con Propósito
“Permitámonos ser renovados por la gracia divina al perdonar y dejar que Dios actúe en nosotros de nuevo.”
Por Ismael D.
“Otra vez, te digo, me arrepiento
Otra vez, me invitas y confieso
Otra vez, lo mismo de hace tiempo
Otra vez, me preguntas, ¿cuál otra vez?
Otra vez gana tu perdón” disco Metanoia, Otra vez.
Nos encontramos en la mitad del período de Cuaresma, y el evangelio de hoy aborda el tema del perdón. En este pasaje, Jesús nos narra una parábola en la que un siervo ruega perdón a su maestro por una deuda pendiente. Sin embargo, este mismo siervo se niega a perdonar a otro hombre que le pide clemencia. Al enterarse de esto, el maestro llama al siervo y le ordena que pague toda su deuda, ya que no mostró misericordia hacia el otro hombre.
La misericordia de Dios está disponible para aquellos que la buscan, por lo tanto, aquellos que buscan la misericordia divina deben practicar la misericordia hacia los demás. Jesús conoce nuestros corazones y al invitarnos a ser compasivos, no busca añadir más carga a nuestras vidas. Nos recuerda que debemos liberar ciertas cargas de nuestros corazones y dejarlas ir. El acto de perdonar puede resultar difícil cuando hemos sido heridos profundamente. Las heridas son difíciles de sanar, especialmente si no perdonamos sinceramente.
Perdonar, incluso sin recibir una petición de perdón, es un acto de amor hacia uno mismo, ya que libera el dolor y permite que nuestro corazón descanse. Al perdonar en la presencia de Jesús, no solo encontramos descanso para nuestro corazón, sino que también experimentamos la sanación de Dios en nuestras heridas. En esta Cuaresma, es importante dejar de lado las privaciones tradicionales y enfocarnos en perdonar, liberarnos del rencor y el resentimiento hacia los demás. Que estos 40 días tengan un propósito significativo en tu vida, permitiéndote encontrar un propósito mayor y reconciliarte con Dios. Permitámonos ser renovados por la gracia divina al perdonar y dejar que Dios actúe en nosotros de nuevo.